Estas son las cuatro causas que generan obesidad, un trastorno global que urge atacar
En las últimas décadas, la obesidad ha evolucionado y aumentado de forma vertiginosa hasta convertirse en una epidemia mundial, una preocupación de salud pública global y una enfermedad que afecta a un amplísimo espectro de personas con diversas características demográficas y socioeconómicas.
Este trastorno se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa, en términos generales, perjudicial para la salud, ya que “puede provocar un aumento del riesgo de diabetes de tipo 2 y cardiopatías, puede afectar a la salud ósea y a la reproducción y aumenta el riesgo de que aparezcan determinados tipos de cáncer. La obesidad influye en aspectos de la calidad de vida como el sueño o el movimiento”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, es una de las principales causas de discapacidad, ya que exacerba problemas como el dolor crónico y limita la movilidad. Los datos que ofrece esta organización no dejan lugar a dudas: el número de personas con obesidad se ha triplicado desde 1975, alcanzando cifras alarmantes: en 2023, más de 650 millones de adultos y 124 millones de niños en el mundo padecían esta condición.
Según estimaciones recientes, solo en los 53 países que forman la región europea de la OMS, el sobrepeso y la obesidad causan más de 1,2 millones de muertes al año. Por término medio en la UE, el sobrepeso y la obesidad reducen la esperanza de vida entre 3 y 8 años, según el informe Health at a Glance: Europa 2020 de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). El informe de la OMS European Regional Obesity Report 2022 muestra, además, que la obesidad es la cuarta causa más importante después de la hipertensión arterial, los riesgos alimentarios y el tabaco, y corresponde a más del 13% del total de muertes.
Con estos mimbres, y teniendo en cuenta que la obesidad no solo genera mermas en la salud individual sino también en los sistemas sanitarios -porque supone mayores gastos médicos- y en las economías de los países -por la reducción de la productividad laboral que, según la OCDE, puede reducir el PIB de los países en un 3% anual-, no es de extrañar que las administraciones nacionales y las instituciones mundiales alerten sobre este fenómeno y fomenten campañas para su prevención y erradicación.
Las causas
Existen múltiples factores, biológicos, conductuales y sociales, para el aumento global de la obesidad. Entre los principales se encuentran:
- Las dietas poco saludables y los cambios en los hábitos alimenticios: consumo excesivo de alimentos ultraprocesados ricos en calorías, grasas, azúcares y sal, y pobres en nutrientes esenciales.
- El sedentarismo: un estilo de vida con poca actividad física exacerbado por el trabajo frente a pantallas y la urbanización.
- Algunos determinantes socioeconómicos: personas de menores ingresos tienen menos acceso a opciones alimenticias saludables y oportunidades de ejercicio, lo que perpetúa una dieta basada en productos procesados. “Los grupos socialmente desfavorecidos corren un riesgo especial de padecer obesidad, ya sea debido a unos hábitos alimentarios menos saludables o a la falta de actividad física”, señala el informe de la OCDE.
- Factores psicológicos y culturales: El estrés, los trastornos del sueño y la relación emocional con la comida también contribuyen al aumento de peso.
Las respuestas
La obesidad es una enfermedad multifactorial compleja, según la OMS, así que ninguna intervención por sí sola puede frenar el aumento de esta epidemia. A nivel global es necesario, por ejemplo, la promoción de la educación nutricional; la creación de entornos- sobre todo urbanos- que promuevan la actividad física; las regulaciones de la industria alimentaria, especialmente en los productos dirigidos a los niños; el acceso equitativo a alimentos saludables y, por supuesto, la colaboración entre gobiernos, organizaciones internacionales y el sector privado.
Desde la UE se han generado programas como el HealthyLifestyle4All, que promueve la colaboración entre gobiernos y el sector privado para fomentar estilos de vida más saludables en toda Europa, y el Europe’s Beating Cancer Plan, centrado en la actividad física regular y una dieta equilibrada. La UE también ha apoyado la creación del Global Obesity Observatory, una base de datos interactiva que ayuda a los formuladores de políticas a comprender mejor la prevalencia de la obesidad y a diseñar intervenciones efectivas.
En España, cuatro de cada 10 niños y niñas tienen exceso de peso, una cifra que se duplica en el caso de la infancia en situación de pobreza. De ahí que el Gobierno haya desarrollado el Plan Estratégico Nacional para la reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030). Esta estrategia está coordinada por el Alto Comisionado, cuenta con la Gasol Foundation como aliado clave y se enmarca en una alianza intersectorial entre diferentes administraciones públicas, instituciones científicas, organizaciones del tercer sector, asociaciones y federaciones del sector empresarial. El objetivo es conseguir reducir el sobrepeso y la obesidad infantil y adolescente en España en un 25% durante la próxima década, con una hoja de ruta viva que adaptará sus acciones en función de los resultados y de la aparición de nuevas evidencias científicas.