Cómo hemos cambiado

01/01/1970

“A estas alturas del confinamiento provocado por el Estado de Alarma pocas personas dudan ya de que muchas cosas han cambiado o van a cambiar. Porque detrás de una crisis como esta cabe sin duda esperar una llamada a la ética, así como a la responsabilidad, tanto individual como colectiva. Algunos de esos cambios ya están siendo adelantados por analistas que señalan que reducir gastos frente a la incertidumbre de los próximos tiempos, así como ser menos consumistas y saber reorganizar nuestros hábitos de compra pueden ser algunas de las consecuencias más inmediatas. Así se ha señalado por la consultora GfK que adelantaba estas percepciones por el 77% de la población. Porque lo que está sobre la mesa es la necesidad de comprender al consumidor durante esta alarma y, lo que es más importante, prever cómo se comportará una vez superada esta situación. Se trata de aventurar cómo será todo cuando esto haya acabado. De entrada, la sociedad española, europea y mundial parece estar plenamente concienciada de que nos espera una importante crisis económica global tras esta crisis sanitaria. Muchas personas temen que su situación laboral puede verse perjudicada, temiendo verse afectados por despidos o Expedientes de Regulación de Empleo Temporales (ERTEs).

En este ámbito laboral muchos consideran que, tras esta crisis, el teletrabajo comenzará a ser una realidad en muchas empresas, con los cambios que esto supondrá en la valoración de nuestro tiempo y las prioridades en que empleamos el mismo. En cuanto a nuestro consumo ya sabemos que, el confinamiento social ha cambiado nuestros hábitos, propiciando de entrada que el número de actos de compra semanales haya descendido significativamente, comprobándose también como se dispara y aumenta tanto el gasto, como las ventas online. Son unos cambios extremos del comportamiento del consumidor que se vienen a producir precisamente en el ámbito de la distribución alimentaria, un sector, dicho sea de paso, poco acostumbrado hasta la fecha a grandes cambios de una manera tan inmediata. Se constata, por ejemplo, como el consumidor está optando por la más absoluta proximidad, acudiendo preferentemente a las tiendas o supermercados más cercanos. Igualmente se constata un paulatino crecimiento de las ventas a través de Internet, que podrían haberse disparado un 75%, según se ha señalado desde Kantar, un crecimiento que podría haber desbordado a muchos operadores con problemas para capitalizar esta nueva y gran oportunidad de negocio.