Las ‘fake news’ en alimentación

25/01/2021

Abriendo el debate, … y buscando soluciones

  • “Sobreinformación, “Desinformación”, Fake News”, “Infoxicación”, “sobreinformación”, …
  • Curiosidad, falta de conocimiento, opinadores, por búsqueda de beneficios, ….
  • Responsabilidad del emisor o del receptor?

Últimamente, todos hemos visto, oído, o participado en jornadas, charlas, webinars debates, etc…sobre uno de los temas de actualidad que más preocupa: Fake news y Desinformación.

Es un fenómeno que se ha popularizado por la intensa actividad en los medios digitales, y la capacidad de viralización que éstos tienen. Pero no nos engañemos, la desinformación ha acompañado al ser humano desde la noche de los tiempos.

Hay muchas maneras de desinformar, y no todas son necesariamente dolosas. Es más, puede ocurrir que algunas maneras de desinformar, o de crear informaciones falsas o erróneas, nazcan directamente de la ciencia, por mucho que esto suene a herejía.

Hay tres factores que favorecen la proliferación de este tipo de informaciones entre los receptores de información:

  • En primer lugar, la curiosidad innata de las personas que necesitamos respuestas a las preguntas que nos van surgiendo a cada momento sobre el tema que sea.
  • En segundo lugar, la reafirmación. A los seres humanos, nos gusta tener la razón y a veces, eso genera un sesgo en la manera en que filtramos la información. Cuando uno busca respuestas, en muchas ocasiones, tiene varias opciones que elegir, y muchas veces discriminamos las informaciones que elegimos dependiendo de si se alinean o no con nuestro pensamiento, o
  • En tercer lugar, el carácter principalmente gregario del ser humano. La necesidad que tenemos, en general, de pertenecer a grupos humanos, hace que tendamos a alinear nuestro pensamiento con determinadas ideologías, creencias, religiones, filosofías, estilos de vida, o teorías varias, que condicionan, el tipo de preguntas que nos hacemos y el tipo de respuestas que

Pero eso, es mirar el asunto desde un solo lado de la orilla. Los emisores de información tienen también un buen trozo del pastel en cuanto a responsabilidad.

  • Hay ocasiones en las que la información se manipula o falsea de manera dolosa, perjudicar a otros, o para obtener algún tipo de beneficio económico, competitivo, electoral, político, o de mera notoriedad o egolatría…
  • En otras ocasiones, la desinformación viene dada por una mala interpretación de una realidad o por una manera equivocada en la manera de expresar la información, son desinformaciones que ocurren de manera
  • Pero en otras ocasiones, la desinformación se produce involuntariamente, a la hora de tratar de informar aplicando los datos y conocimientos extraídos científicamente, con los medios propios de su tiempo y lugar, e incluso en base a la normativa aprobada.

El ejemplo más claro lo hemos vivido con la pandemia y las vacunas. Ni los Estados ni los productores de las distintas vacunas han dado informaciones férreas, concretas y sólidas sobre cuestiones como la efectividad, la cantidad de dosis, la vacunación de menores, embarazadas, efectos secundarios, etc.. A lo largo de todo este 2020 hemos recibido informaciones de todo tipo sobre estas cuestiones relacionadas con las distintas vacunas, que han ido rectificándose y contradiciéndose periódicamente. Aquí podemos interpretar una guerra comercial entre laboratorios, o incluso entre Estados, lo que nos llevaría a causas dolosas de desinformación. Podríamos interpretar que, debido a la novedad del asunto, los medios de información no han sabido interpretar los datos, lo que nos llevaría a error casual a la hora de informar. O sencillamente, que las informaciones que se han dado han sido correctas, pero debido a la premura de las investigaciones, los resultados de los estudios han ido corrigiéndose unos a otros en base a los datos obtenidos a lo largo del tiempo, siendo falsos o más bien erróneos o imprecisos los datos iniciales, y más ajustados a la realidad los datos más recientes.

Si queremos ejemplos más sencillos podemos poner algunos por los que seguro que la humanidad ha atravesado:

  • Desinformación dolosa para obtener un beneficio o perjudicar a

Un panadero que está en competencia con otro del mismo barrio, corre el rumor entre sus vecinos y clientes de que su competidor es un hereje, y cuando sabe que hay un buen número de gente que conoce el rumor, lo denuncia ante la inquisición. Cuando el acusado intente defenderse, se dará cuenta de que muchos vecinos e incluso clientes, se suman a la acusación, por mera inercia social, por envidia, por miedo, o por fanatismo.

  • Desinformación Un hecho cierto que se interpreta mal.

En el Siglo VIII, en Covadonga, los arqueros de los ejércitos musulmanes lanzaran sus flechas al ejército Astur, situado en una zona geográficamente superior. El efecto de la fuerza de la gravedad hizo que las fechas no alcanzaran al ejército Astur, y cayeran sobre los atacantes. Aquello supuso la victoria del Ejército Astur, y el inicio del avance de las tropas cristianas hacia el sur. Hoy en día lo vemos y entendemos así. Pero en aquel momento, con la ideología y la fe de los vencedores, y el contexto histórico y social del siglo VIII en la península, se interpretó como la acción divina del dios cristiano contra los infieles invasores, y se inició un proceso que se dio en llamar Reconquista, cuando realmente sabemos que no se estaba reconquistando nada, sino conquistando. La lógica de la época era muy distinta de la lógica de hoy. Pero esa noticia corrió como la pólvora entre los cristianos.

  • Desinformación involuntaria. A veces ocurre que los datos científicos que producen una noticia ofrecen conclusiones que acaban resultando no ser ciertas, o que son ciertas en un contexto concreto y se dan como ciertas en un contexto

Puede ocurrir que se hagan ensayos de productos sobre grupos de población concretos y pequeños, pero que no respondan a la realidad de como responderían grupos de población más amplios y diversos, por lo que esos resultados son ciertos, pero en condiciones muy concretas. O que experimentos realizados con animales, den resultados que puedan ser extrapolables a humanos.

En ocasiones también puede ocurrir que se adecúe el procedimiento a un resultado concreto para legitimarlo. Esta práctica, de dudosa moralidad, puede realizarse de manera dolosa, pero también ocurre manera inconsciente. Teniendo un resultado al que, de manera inconsciente, queremos llegar, son darnos cuenta, forzamos el procedimiento y el análisis de resultados, para que encajen.

En muchas ocasiones, y posiblemente en la categoría de informaciones falsas o erróneas, inconscientes es donde más ocurre, el problema es que el resultado se ve muy condicionado por los conocimientos, avances, y estado de la ciencia y la tecnología del momento, o por el mero hecho de que las ramas del conocimiento implicadas en el estudio no estén lo suficientemente sincronizadas entre sí.

A veces, para avanzar en un descubrimiento, no solo hace falta determinado nivel de matemáticas, o de física, o de biología, sino que le han de acompañar en perfecta sinergia otras ramas de conocimiento, a veces lejanas, que estén en un nivel de desarrollo suficiente para poder avanzar.

Si esto no es así, los resultados pueden parecer correctos, pero no la realidad que describen. A veces, estas informaciones tardan poco en corregirse, e incluso a veces hay resultados simultáneos contradictorios, realizados por diversos equipos… pero a veces tardan años o incluso siglos en corregirse.

Por ejemplo, con el estado de la ciencia actual, es imposible viajar más allá de la velocidad de la luz y es imposible viajar en el tiempo. Sin embargo, ya ha habido experimentos que han conseguido que determinadas partículas, viajes más rápido que la luz, y que viajen en el tiempo.

Vemos por tanto, que las desinformaciones, pueden revestir muchas formas, e implican tanto a emisor como a receptor por muchos factores. También sabemos que desde que los seres humanos nos comunicamos de manera fluida, es un fenómeno que ha existido.

“Todo cambia, nada permanece” decía Heráclito hace ya un buen puñado de siglos. Pero los medios en, los que fluye tanto la información, como la desinformación, no funcionan exactamente así. No han cambiado, sino que han permanecido, pero, además, se le han sumado más. Actualmente hay un gran número de canales de información que se superponen, se complementan, y hacen que la información fluya.

A la comunicación por signos y sonidos, se le sumó la comunicación verbal, la pictórica, la escrita, la esculpida, la cantada…y así llegamos a la creación de la imprenta que supone un gran paso en la transmisión de información. Hasta aquí estuvimos los seres humanos transmitiendo por estos canales, y perfeccionando el modo de hacerlo. Recordemos una de las grandes desinformaciones de la histórica de la humanidad, producida gracias a la imprenta: La Leyenda Negra Española.

Posteriormente aparecen nuevos canales, audiovisuales, como el fonógrafo, la cámara de fotos, el telégrafo, el cinematógrafo, el tocadiscos, el teléfono, la radio, la televisión, y con la carrera espacial, los satélites de telecomunicaciones.

Todo esto supuso en su momento una auténtica revolución. La información, y evidentemente, la desinformación corría como la pólvora, y las Fake news empiezan a coger una fuerza inusitada.

Ya sabemos que los acontecimientos bélicos son un criadero de fake news, siempre lo han sido a lo largo de la Historia, pero en el siglo XX, el ser humano nunca había tenido tantos medios a su disposición, y tantas guerras tan grandes. En este contexto, en control de la información se volvió un arma más para los bandos en los diferentes conflictos. Y la cosa no quedó ahí.

Todo el mundo se dio cuenta de lo importante que había sido el control de la información y el periodo de Guerra Fría, se inauguró con innumerables proyectos para hacer prevalecer unas informaciones sobre otras, hasta que llegamos a la creación de INTERNET.

Fue algo lento, y la incorporación a la población civil de este nuevo ecosistema de comunicación, tardó décadas en hacerse un hecho de manera generalizada en los hogares, los centros de trabajo, y los centros educativos. Pero una vez que ganó su lugar, evolucionó con tal fuerza que hoy en día, lo podemos encontrar en cualquier establecimiento, en la calle, en el transporte público, y por supuesto, en la palma de la mano. Un objeto que parecía ridículo, e incluso estaba mal visto, actualmente es la ventana al mundo, e incluso, para varias generaciones, el único entorno de comunicación no física con el que están familiarizados.

Internet, no es un medio de comunicación. Como he dicho es un ecosistema de medios de comunicación. Aglutina todos los medios que a lo largo de la histórica ha creado el ser humano, pero en un formato digital, accesible, personalizable, inmediato, intercomunicado, e…inteligente…Si, inteligente. Las inteligencias digitales, los algoritmos de los diferentes medios que cohabitan en Internet, toman decisiones que nos afectan, que afectan a las decisiones que tomamos y a la información que recibimos. Cada vez más, internet, piensa por nosotros. Y es difícil resistirse a ello.

En una sociedad en la que el tiempo es escaso por el ritmo de vida, o sencillamente porque nos hemos acostumbrado a la inmediatez y la comodidad de los medios digitales, es muy tentador abandonarse a la procastinación y dejar que sea una inteligencia artificial la que nos facilite la percepción de la realidad, de la verdad. Y si es posible, que esa realidad y esa verdad sea la que a cada uno nos gusta más. Así cada cual, recibe la verdad que más se ajusta a sus preferencias. Y nos sentimos más listos, más informados e incluso más felices que los demás.

Nos está dando Internet lo que de verdad necesitamos, ¿solo nos dice lo que queremos oir? ¿Y si lo que ocurre es que internet lo que hace es convencernos de lo que otros quieren que creamos aprovechando lo que aprende de nosotros, y de la información que facilitamos gustosamente, a cambio de poder visitar determinada web, jugar a determinado juego o usar determinada aplicación?

Son muchas las ventajas que ofrece internet, pero también muchos los riesgos. No me cansaré de repetir que es un ecosistema. Y aunque parezca que lleva con nosotros toda la vida, apenas no llega a las 3 décadas de uso doméstico significativo, y a penas década y media de uso masivo. Como todo nuevo ecosistema que se acaba de descubrir, no podemos dejarnos obnubilar por sus maravillas, y dejar de un lado los riesgos. Debemos ser como los primeros exploradores que se adentraros en el Amazonas, o en el Nilo, maravillados por todo lo que estaban viendo o descubriendo, pero cautelosos de los peligros que veían pero, sobre todo, atentos a los que no veían pero seguramente les acechaban. No hay que confiarse, ni acomodarse en un ecosistema que se está empezando a pisar.

Ya hemos visto como se producen las desinformaciones, y los peligros que pueden entrañar, ahora pasaremos a ver de modo sencillo y práctico, que tipo de desinformación podemos encontrar, por qué medios podemos recibirla, y que podemos hacer para combatirlo.

  • Fake News:

Es una información falsa en forma de artículo, imagen o vídeo periodístico o “pseudo periodístico “que se presenta como real y cuyo objetivo es manipular la opinión pública. Suele aparece en medios de comunicación que normalmente se dedican a difundir noticias de actualidad. En puridad una FAKE NEW es una noticia falsa.

  • Bulos:

Según la RAE, un bulo, es una noticia falsa. Sin embargo, socialmente se tiene asumido, sobre todo en entornos digitales, que una noticia falsa, es una Fake New, y un bulo o Hoax, podría considerarse una noticia falsa de menor calado. Mientras que la Fakes news, pueden tener una apariencia más seria, se difunde por medios más importantes, y reviste carácter nacional, supranacional o internacional, un bulo, sería algo más local, o incluso extraoficial, que afecta a grupos de personas concretos o a determinados colectivos, y se difunde por medios más modestos, o de manera menos relevante, mediante redes sociales particulares, foros, grupos de mensajería, o boca a boca. Es por así decirlo, una fake new más modesta.

  • Falsos Mitos:

Los falsos mitos son aquellas informaciones que forman parte de una sabiduría popular o colectiva por la cual se tienen asumidos como ciertas, determinadas informaciones, que no han sido contrastadas o respaldadas científicamente, o que lo fueron hace mucho tiempo, y que pese a estar ya desacreditadas por la ciencia moderna, se sigue confiando en ello. Algunos remedios caseros o tradicionales para tratar algunas enfermedades o dolencias, algunas dietas adelgazantes, algunos hábitos presuntamente saludables, etc. En este sentido en el ámbito del fitness y el wellness, nació hace un tiempo el término “bro-science”, para referirse a determinadas técnicas de entrenamiento, o de alimentación, para obtener resultados de rendimiento o estéticos. El término significa “ciencia de hermanos”, aunque lo correcto, teniendo en cuenta la jerga y el contexto, sería “ciencia de colegas”. Es ese momento en el que un compañero o amigo de gimnasio, te recomienda o te responde a alguna pregunta relacionada con tu dieta o rutina de entrenamientos, aportando consejos que actualmente están desmentidos por la ciencia, pero a la vista de los resultados que obtiene “a él le siguen funcionando”.

  • Estafa/fraude:

No podemos perder de vista, la existencia de informaciones que recibimos y que resultan ser acciones de terceros que encubren delitos como la estafa con la que pretenden un lucro directo o indirecto. Bien captar nuestros datos, bien obtener alguna donación, o quizá vendernos un producto o servicio “milagroso”, imposible, o inexistente, a través de informaciones falsas o sesgadas deliberadamente.

1.- Los medios tradicionales de comunicación, debido a su larga trayectoria, a la exposición y al prestigio personal de los que aparecen en ellos, son menos dados a lanzar desinformaciones, y de hacerlo, lo rectifican inmediatamente. Pensemos que, en muchos medios digitales, las informaciones pueden verterse anónimamente, o bien, las personas que recogen informaciones anónimas no son profesionales del periodismo o la información, y no tienen un prestigio profesional que arriesgar. No obstante, los medios de comunicación tradicionales tienen su sesgo político o ideológico que se puede vislumbrar en la manera de presentar la información, el lenguaje empleado, y las informaciones que se dan o las que no se dan, así como el lugar o la importancia que ocupa cada uno. Por ello, es importante acudir a varios medios para conocer las noticias desde puntos de vista distintos y formar una opinión propia.

 

En el caso de los medios tradicionales, la información fluye de un modo más activo por parte del receptor, que en los medios digitales que tiene un componente más pasivo. Si el receptor quiere visitar medios de opiniones diversas, no tiene filtros ni algoritmos que le reconduzcan.

  • Voz/ boca a boca

Es el medio más antiguo. Es el germen de la viralización. Alguien se entera de una información, y la transmite verbalmente a otro u otros, que, a su vez, si lo consideran interesante o importante, multiplican la acción. Es un medio muy simple y básico, y cuya veracidad encuentra su apoyo en la confianza personal entre emisor y receptor, y la presunta buena fe de ambos. Pero todos conocemos los peligros que conlleva, pues, en la mayoría de los casos los hechos que se narran no se corresponden al 100% con la realidad, y cada vez que un emisor transmite la información a un receptor, puede alterar voluntaria o involuntariamente el relato, por lo que, al cabo de varias transmisiones, el relato original ha quedado desvirtuado o radicalmente distinto.

El boca a boca es el germen de bulos y falsos mitos por excelencia sobre todo tipo de temas, sobre todo de carácter personal. El famoso “chismorreo” o “cotilleo”. Aunque aparentemente inofensivo, puede causar graves daños a terceros, por lo que hay que tener mucho cuidado, y si formamos parte del proceso, en la medida de lo posible, no colaborar a la transmisión sin haber tenido la oportunidad de escuchar a las partes implicadas y sus argumentos, para a partir de ahí, reflexionar sobre ello en función de su calado. No es lo mismo enterarse de quién es la nueva pareja de la vecina, que hay un señor en el pueblo que cura a la gente haciendo pociones de hierbas.

Por tanto, lo recomendable es no formar parte de la cadena de informaciones verbales, sobre todo, sin conocer en qué están basadas, e informarnos si esas bases tienen algún fundamento, preferentemente, consultando a algún especialista.

  • Prensa

Dentro de los medios de comunicación tradicionales, la prensa tiene una consideración de seriedad notable entre el público. Pensemos que desde la invención de la imprenta hace ya medio milenio, ha sido un medio que deja poco lugar al error y a las escusas ya que todo queda plasmado de modo definitivo en un soporte físico. Por lo que hay que ser cuidadoso con lo que se escribe, y en la medida de lo posible hacerlo bien fundamentado. Además la prensa actual se puede permitir adjuntar imágenes que apoyen o prueben lo que se narra. Cada texto tiene una firma, un responsable de las palabras escritas. Esto da cierta seguridad al lector, pero cuidado porque es un medio no exento de publicar informaciones falsas. Recordemos que hay muchas maneras voluntarias o involuntarias de emitr información falsa, y que las informaciones las transmiten personas, con sus sesgos e ideologías, que muchas veces se dejan traslucir por su manera de comunicar, lo cual puede hacernos ver una misma realidad de maneras distintas, y todas pueden ser correctas, o no.

Leer prensa es un ejercicio interesante que todos deberíamos hacer y además de manera diversificada, para conocer todo tipo de opiniones sobre unos mismos hechos de base. No hace falta leer todos los periódicos, pero es recomendable al ojear al menos tres, uno que resulte más neutro ideológicamente, y otros dos que se sitúen a un lado y a otro del espectro ideológico.

Actualmente, los formatos digitales permiten conocer las noticias más destacadas de manera gratuita en todos los periódicos, lo que facilita mucho esta labor.

  • Radio

Lo visto para la prensa puede aplicar a la radio, aunque es cierto que se trata de un medio en el que encontramos contenido más variado, más allá de la actualidad. Hay contenidos especializados sobre salud, tecnología, ciencia, história, etc…En este caso, cotejar la veracidad de la información de estos contenidos es más compleja porque quizá no exista otro programa similar o que traten la misma temática para cotejar la información de uno con la de otro. No obstante, hay indicadores de confiabilidad.

– El    prestigio    de    los    intervinientes,    su    trayectoria    académica    y profesional

  • Su capacidad de comunicación de ideas complejas

– Las fuentes en las que basa sus intervenciones

  • Los estudios contradictorios que existan sobre el tema

– La bibliografía que recomienden sobre el tema.

Un buen espacio de contenidos debe contar con al menos estos elementos para resultar fiable, y además poder abundar, consultar o indagar sobre lo expuesto.

ACTUALMENTE, y aunque estemos en el ámbito analógico, la radio o la manera de hacer radio y acceder a contenidos, ha sufrido una revolución, al integrarse en plataformas digitales de contenidos. De este modo, muchos programas radiofónicos pueden verse en directo o en diferido en plataformas de streaming por internet como youtube, o escucharse en plataformas de audio como IVOX. De este modo, si que puede ser posible interesarse por un tema muy concreto, y realizar en este tipo de plataformas, una búsqueda para poder tener acceso a todos los programas y contenidos sobre ello, y formar una opinión más completa.

A pesar de ello, ya veremos que no es oro todo lo que reluce, en cuento a contenidos digitales.

  • Televisión

De los medios analógicos es el último en aparecer, pero no por ello tiene menos fuerza. Aunque ya está en clara decadencia debido a la aparición de otros medios de comunicación y ocio más modernos, aún conserva una importancia capital en la sociedad.

Los problemas asociados a las informaciones recibidas por este medio se asemejan mucho a la radio. De hecho la única diferencia son las imágenes. Pequeña diferencia, pero gran importancia.

Todos hemos dicho que una imagen vale más que mil palabras, y así es, en muchas ocasiones las imágenes transmites más que las palabras. La indumentaria, el ángulo, la iluminación, los gestos son cosas que puede hacer subir o bajar las acciones de una empresa en bolsa, ganar o perder un debate o unas elecciones, o percibir a una persona como buena o mala. Y esta herramienta la han usado y la usan los medios para complementar las informaciones, y “sazonar” aquello que les interesa transmitir a las distintas líneas editoriales de cada canal o programa. Además, es un medio de transmitir información del que es difícil escapar porque actúa más rápido de lo que pensamos, por lo que si escapamos a una manipulación verbal, posiblemente no lo consigamos o nos resulte más difícil hacerlo de la visual.

En algunos programas, ya cuentan con expertos en interpretación del leguaje corporal y/o en márketing y asesoría de imagen para analizar algunas imágenes o videos que resultan importantes.

¿Qué podemos hacer?, pues de nuevo, aprovechar que los medios tradicionales tienen un componente activo mayor, por parte del receptor, y cambiar el canal por el que nos informamos con frecuencia, y/o complementarlo con otros medios como la radio y la prensa. Como digo, complementarlo, no suplementarlo.

Como dijimos al principio, … es importante recibir la misma información al menos por 3 segmentos ideólogos distintos. Pueden ser todos a través del mismo medio, o por medios distinto, pero es importante no meternos en una burbuja autocomplaciente de información, como ocurre en general en las redes sociales.

2.- Medios de comunicación digitales

Como he repetido ya hasta la saciedad, internet es un ecosistema de medios de información, que además están interconectados entre sí y se retroalimentan igual que los seres vivos de cualquier …ecosistema. Y como siempre que vamos a emprender un viaje a tierras ignotas, lo primero a tener en cuenta es vacunarse de las posibles enfermedades que nos puedan infectar, por tanto, antes de emprender la aventura digital, un buen antivirus es fundamental, porque no solo nos va a proteger de virus, también del molesto spam, donde, oh, sorpresa, se incluyen infinidad de estafas, engaños, desinformaciones, etc…

También, es bueno, saber no solo lo que vamos a buscar, sino tener una idea de quién, qué o donde, deberíamos encontrar la información, de modo que cuando el buscador me arroje dos mil millones de resultados, yo tenga más o menos claro por cuales empezar. Así si quiero información sobre vacunas, tener claro que mis intereses están en sitios online de universidades, publicaciones científicas, ministerios de Sanidad y autoridades públicas sanitarias, la OMS, la UE, la Agencia del medicamento, artículos escritos por expertos de reconocido prestigio y trayectoria, y entidades dedicadas a la materia, que cuenten con experiencia y expertos.

Y descartaré publicaciones de redes sociales anónimas, o de personajes polémicos, o de perfiles generalistas, amarillistas, etc, así como recomendaciones realizadas en plataformas o espacios de ocio y entretenimiento.

  • Buscadores, webs y blogs :

El medio estrella de búsqueda de información online es el buscador. Tecleamos un texto y nos muestra todo aquello que hay en internet que contenga ese texto…Miles…millones de referencias para encontrar la información. Pero todas estas referencias aparecen por un orden, y puede que las primeras que aparezcan no sean las mejores opciones. Suelen ser las mejor posicionadas por una serie de factores que deciden los administradores del buscador, a través de unos algoritmos.

Es decir, nos dan la información ya filtrada en base a criterios que no conocemos. A partir de ahí es cuestión de ensayo error, acertar con la información que nos interesa.

Ahí entra en juego la responsabilidad de cada uno y el sentid común. Recordar, estamos remontando las amazonas por primera vez cada vez que buscamos información en la RED.

Es importante que examinemos el sitio al que nos lleva la referencia que clickamos en el índice del buscador. Que sea un sitio seguro ( HTTPS), que podamos consultar quien o quienes son los que están detrás de ese sitio y que podamos contactar con ellos, que aporten argumentos contrastables y/o fuentes a las que podamos acudir, que las informaciones sean actuales y estén fechadas, y evidentemente que ese sitio no haya estado involucrado en asuntos de dudosa moralidad o legalidad.

  • Redes sociales

Las redes sociales nacieron no como un medo a través del cual traficar información, sino un medio para contactar a tiempo real con gente, conocida o no, por cuestiones personales, lúdicas, afectivas, laborales o académicas. Pero han conformado un gigantesco cúmulo de grupos humanos, que hablan, discuten y debaten sobre todo y todos. Las redes sociales son una enorme barra de bar, donde todo el mundo tiene algo que opinar, algo que censurar, algo por lo que ofenderse y algo por lo que felicitarse, pero con matices importantes.

En la mayoría de los casos, son perfiles anónimos. Una sola persona puede tener varios perfiles y adoptar varias personalidades, pertenecer a diversos grupos, etc… Se puede elegir con quién contactar y con quién no, qué tipo de contenidos recibir, y bloquear aquello que no nos gusta de “esa realidad digital”.

Estos factores hacen que las redes sociales, creen a nuestro alrededor un mundo digital con una verdad incompleta que se limita a reafirmar nuestra propia visión del mundo como la única válida y existente y, por tanto, limita al y sesga al máximo la información que recibimos. Además, nos permite polemizar de la manera más agria, gracias al anonimato y al apoyo de un enorme listado de contactos y amigos que ni siquiera conocemos de verdad, pero que “luchan” por las mismas causas, atacando y censurando al que se sale de esa burbuja de verdad autoimpuesta.

En definitiva, la recepción de información en redes sociales es muy pasiva, y se retroalimenta, haciéndola más personaliza aún. Configuramos nuestro perfil o perfiles con nuestras preferencias básicas, y los algoritmos de la inteligencia artificial de la red social, se encargan de aprender lo que nos gusta y lo que no, para ofrecernos contenido y sugerencias personalizadas. Nos muestra que tenemos razón y nos invita a vivir en una realidad virtual adaptada a nuestras ideas.

¿Por qué? PORQUE UNA RED SOCIAL ES UNA EMPRESA QUE QUIERE GANAR DINERO, Y PARA ESO, NECESITA MUCHOS USUARIOS, MUY FIELES.

Sencillamente si te gusta lo que ves, lo usas más y además, aportas más información sobre ti a los algoritmos. Información MUY valiosa, con la que luego la publicidad, que paga por aparecer en redes sociales, te ofrece cosas muy atractivas. Y eso es solo una parte.

Todo esto, no es malo en sí mismo, a todo el mundo le gusta un poco de autocomplacencia, de vez en cuando. El riesgo en esto es saber todo lo anterior, ser consciente de que, a través de una red social, no ves ni entender el mundo real, que es un mundo virtual, un espejismo. Y no todos los usuarios, entienden esto. Es más, solo una minoría son conscientes de ello.

Las redes Sociales están para quedarse y en muchos aspectos están sustituyendo a otros medios de información y ocio. Así que debemos tener algunas precauciones.

  • En primer lugar, tratar de ser plurales, no censurar opiniones diferentes salvo que incurran en el insulto y la ofensa.
  • No entrar en debates y polémicas. Siempre acaban mal en redes
  • No seguir perfiles tóxicos que difamen injurien o calumnien, o se comporten de manera agresiva
  • Nos seguir perfiles de una única ideología o pensamiento, tratar de equilibrar las fuerzas.
  • No dar por buenas las informaciones de perfiles no oficiales de instituciones, medios de comunicación, o
  • No dar por buenas las cadenas de información, reenvíos de mensajes, cadenas de mensajes, virales, etc, que provengan de perfiles no oficiales o que, proviniendo de ellos, estén sacadas de contexto, o
  • Facilitar la menor cantidad de datos posible
  • Limitar el uso de las redes
  • Al recibir una información de algún medio oficial, NO LIMITARSE AL Debido a la limitación de caracteres, a veces el titular puede resultar confuso o ambiguo, lee la noticia entera o al menos el texto bajo el titular.
  • Cuidado con las informaciones demasiado llamativas, posiblemente sean

 

  • Plataformas de contenidos

Las plataformas de contenido, como youtube o twich, son el nuevo gran elemento de ocio e información. Aúnan las capacidades de la televisión y de las redes sociales. Por tanto, tienen las mismas ventajas y los mismos peligros que ambas, pero el control que se puede hacer de las informaciones que se trasmiten es complejo y casi inabarcable. Tanto es así, que acaban siendo los propios usuarios los que, mediante denuncia a la plataforma, pueden conseguir eliminar un contenido o un canal entero. La propia plataforma, de oficio en base a su propia autorregulación, también puede hacerlo si sus algoritmos detectan contenido inapropiado.

Esto en vez de democratizar los contenidos, lo que está provocando son luchas de poder entre colectivos de usuarios que atacan sistemáticamente a creadores de contenido con los que no concuerdan ideológicamente, dejando un lugar limitado a la libertad de expresión.

Esto también ocurre en redes sociales. Es lo que se llama “Cultura de la Cancelación”, en la que unos usuarios o grupos, cancelan a otro/os. Y no se hace en muchas ocasiones por la idoneidad o veracidad, sino por desacuerdos ideológicos, por lo que esto supone un freno a la búsqueda de informaciones veraces.

A parte de esto, uno de los problemas a tener en cuenta, una vez más es la actuación de los algoritmos, que nos recomiendan videos o contenidos en base a anteriores visitas y búsquedas, por lo que una vez más, la actuación de las plataformas para retener el interés del visitante, lo que provoca en un sesgo en la información que se recibe. Esto hemos de tenerlo muy en cuenta, en parte porque estas plataformas, nacieron como objeto de ocio y entretenimiento, y no de información, por tanto en su origen, el sistema de recomendaciones, tenía mucho sentido.

Es muy importante recalcar que los contenidos que podamos encontrar en este tipo de plataformas no siempre están creados por expertos reconocidos en la materia, sino que en muchas ocasiones son personas que recogen informaciones de terceros, las procesan y nos las ofrecen de manera atractiva para recibir visualizaciones y ganar visitantes y suscriptores suficientes para monetizar los videos. Por tanto, Hemos de tener muy en cuenta que gran parte de los canales son un negocio más grande o más pequeño, y lo que vemos está pensado para engancharnos.

Por otro lado, el contenido es mundial y aunque por diversas cuestiones, hay canales que en algunos países no se pueden visualizar, la mayoría están disponible en todo occidente. Esto significa que, aunque en Europa la compra y consumo de anabolizantes no es legal, en algunos países de América si lo es, y podemos encontrar centenares de videos, en lo que nos enseñan donde, en qué webs internacionales adquirirlos, como usarlos, etc…por poner un ejemplo.

En ocasiones estos videos, siguiendo con el ejemplo, son realizados por expertos entrenadores, con base científica, y al amparo de las leyes de su país, pero en otras son meros usuarios los que dan informaciones sobre este asunto. El problema es que, en cualquiera de los casos, es una información peligrosa para la salud y que supone una actividad ilegal en nuestro país.

Si esto ocurre con una materia como la mencionada, imaginemos que informaciones pueden estar moviéndose por este tipo de plataformas. Además con las posibilidades audiovisuales que ofrece la imagen, la edición de video, de audio, etc…, y sabiendo que los creadores de contenido tienen como objetivo recibir visitas, nos movemos en un terreno complicado.

Qué precauciones debemos tener? A parte de las ya mencionadas para Redes Sociales y Televisión, y para todos los medios en general:

  • En primer lugar, ver estas plataformas como lo que son de verdad: entretenimiento
  • Buscar información en canales oficiales de estas
  • Seleccionar muy bien la información que queremos encontrar, y una vez elegido el canal que nos la ofrece, investigar un poco sobre el (quién es el o los creadores, cuál es su experiencia, número de seguidores y visualizaciones, opiniones, etc)
  • Una vez visitado el video y obtenida la información que nos aporta, contrastarla con informaciones adicionales que el creador debe facilitar (si es un creador de calidad, dejará enlaces de consulta, bibliografías, artículos, y/o buzón de consulta)
  • No sustituir la información que recibamos por la que pueda dar un segundo profesional (hay muchos profesionales muy buenos que tienen canal o cuenta en alguna plataforma y/o red social y que generan muy buen contenido de calidad, pero nunca está demás una segunda opinión, sobre todo en temas relacionados con la salud)
  • Si se trata de información sobre trabajos de carácter manual, como mecánica, carpintería, electricidad, bricolaje, etc… es recomendable visionar varias veces el contenido, y evaluar si seremos capaces de realizarlo, y si disponernos del material, las condiciones, y el conocimiento para conseguir el resultado
  • No dejarnos llevar por los títulos de los vídeos, que están diseñados para atraer la atención y conseguir visionado. El título de un video no debemos considerarlo información en si mismo, y la descripción del mismo,

 

  • Mensajería/ Correo electrónico

Tanto los SMS “tradicionales”, como los correos electrónicos y las nuevas aplicaciones de mensajería, también son una fuente de recepción de informaciones falsas o incorrectas, en ocasiones enmascaran un fraude, y en otras, solo pretenden difamar, o engañar por cualquiera de los motivos analizados anteriormente.

Las cadenas de mensajes, por el medio que sea, son el boca a boca del siglo XXI, pero se mueven a mayor velocidad, y al transmitir la información de modo literal, ganan en confianza hacia el receptor. Es una falsa confianza pero genera menos dudas que la transmisión verbal.

Es cierto que cada vez de le da menos valor a este tipo de informaciones, porque tuvieron un momento de eclosión tan grande, que los ciudadanos parecen haberse cansado de este tipo de mensajes. Aun así, periódicamente aparecen informaciones falsas por estos medios, y siempre hay algún incauto que cae en el engaño.

Hay algunos consejos que podemos seguir: 

  • Las informaciones sobre las ofertas, concursos, premios, ect que una empresa quiera organizar u otorgar, los comunica SIEMPRE la propia empresa en sus canales oficiales.
  • Lo mismo ocurre con los comunicados de las FFCCSSEE, y Las Administraciones Públicas.
  • Los correos electrónicos recibidos, deben ser de la dirección oficial de la empresa o profesional que nos lo envíe, por lo que, si un correo que entra en nuestra bandeja contiene una información extraña, debemos contactar con la entidad o cotejar sus datos de contacto antes de hacer
  • Las informaciones oficiales, se distribuyen por canales Si recibimos un sms y dudamos, podemos acudir a atención al cliente o al ciudadano, o a la web oficial, para verificar la información.
  • Las cadenas de mensajes muy largas son siempre sospechosas